Gracias a que los materiales y equipos que conforman estos deportes son de plástico, sus tablas son más ligeras, por lo que los elementos mecánicos como la batería son más eficientes y la velocidad que se alcanza es mayor. Es el caso del foiling y del jet surfing, una evolución del surf como tal, se añade un motor eléctrico a la tabla de surf. Además, en el foiling esta tabla lleva un hidro ala, también de plástico, que le permite elevarse por encima del agua y reducir la fricción.
Por su parte, el flyboarding es quizás el más espectacular de todos. Está comprendido de una tabla que va sujeta a los pies y de la que sale una manguera de plástico que conecta con una moto de agua. Por medio de esta manguera, la moto manda agua propulsada hacia la tabla que emite dos chorros que permiten a la persona flotar por encima del agua y hacer todo tipo de acrobacias. Gracias a la ligereza del plástico y a la propulsión, la tabla se puede propulsar a nada menos que hasta 15 metros en el aire. Desde luego se trata de una actividad de lo más futurista.