Sostenibilidad

Bioplásticos, plásticos biodegradables y plásticos compostables: ¿sabes diferenciarlos?

19 de julio de 2021

En la actualidad escuchamos hablar continuamente de bioplásticos, de plásticos biodegradables y también de los que son compostables. Este tipo de materiales se han vuelto tendencia en productos como algunos envases, cápsulas de café y en las bolsas de fruta y verdura de supermercados, pero ¿sabemos a qué se refiere cada término?  

El término bioplásticos hace referencia a aquellos materiales procedentes de fuentes renovables y biodegradables, tales como carbohidratos complejos, proteínas, lípidos o aquellos sintetizados por vía biotecnológica. Existen bioplásticos que proceden de fuentes renovables, pero no se consideran biodegradables y bioplásticos de fuentes fósiles o no renovables que también poseen carácter biodegradable. 

Todos ellos siguen siendo plásticos y no son necesariamente más sostenibles medioambientalmente que aquellos procedentes de fuentes fósiles o aquellos que necesitan del reciclado una vez completado su ciclo de vida. Es necesario saber que siempre dependerá del producto en el que se empleen y de su utilización y, sobre todo, debes saber que deben desecharse de manera responsable al final de su vida y no se pueden dejar abandonados en la naturaleza. De hecho, un mal uso de este tipo de plásticos puede perjudicar el reciclado del resto de materiales. ¡Te lo contamos todo a continuación!

 

Diferencias entre los distintos bioplásticos  

En primer lugar, para entender mejor lo que nos pueden aportar es importante saber qué son cada uno de estos materiales y cuáles son las características que los hacen diferentes al resto de plásticos.  La característica principal que diferencia estos materiales es su origen (fuente de dónde provienen) o bien su gestión de fin de vida (forma en que se desechan y descomponen). 

 

  • Bioplásticos o plásticos biobasados

Por definición son bioplásticos aquellos plásticos que provienen de productos vegetales y fuentes biológicas renovables, es decir, materias primas como, por ejemplo, el maíz, la fécula de patata, subproductos agrícolas, residuos agrarios e incluso los que provienen de microorganismos como algas, bacterias u hongos. Pero, ¿qué quiere decir esto exactamente? Los bioplásticos se crean transformando estos productos biológicos en una materia prima que se utilizará para hacer un tipo de plástico. Por ejemplo, la caña de azúcar se puede sintetizar en etileno de origen biológico que luego se puede transformar en polietileno, un plástico comúnmente utilizado. Es importante saber que, a pesar de estar hechos con materias primas de origen biológico, no son diferentes de los demás plásticos, ni son forzosamente biodegradables, por eso, es importante saber dónde desecharlos. Si estos materiales se utilizan para hacer envases, deberás deshacerte de ellos en el cubo amarillo, como cualquier otro plástico tradicional.  Algunos ejemplos de bioplásticos de uso cotidiano son los envases de alimentos frescos y muchas de las botellas de refresco. 

 

  • Plásticos biodegradables

Que un plástico sea biodegradable no significa que sea un plástico de origen natural. De hecho, puede estar formado por materia de origen natural -maíz, fécula de patata… – o bien de origen fósil.  Tienen este nombre porque son capaces de degradarse en dióxido de carbono y agua gracias a la acción de microorganismos existentes en el medio en que se encuentra. Un ejemplo de este tipo de plásticos son las cápsulas de detergente que se meten directamente a la lavadora o el lavavajillas o semilleros y maceteros.  

 

  • Plástico compostable

Los plásticos compostables son, a fin de cuentas, plásticos que, una vez acabada su vida útil, se descomponen y se convierten en compost orgánico a una velocidad similar a la del resto de materiales orgánicos y sin dejar residuos tóxicos. Pero, ¡ojo! Eso no quiere decir que pueda abandonarse en la naturaleza. De hecho, es importante saber que son compostables en unas condiciones de temperatura y humedad determinadas y controladas en plantas de compostaje Estos plásticos pueden provenir tanto de materias primas renovables como de fuentes fósiles. Sin embargo, su estructura química permite que sus restos se composten. Para asegurarnos de que son productos compostables deben estar señalizados y cumplir con la Norma UNE-EN 13432. Si cumplen esta característica, es importante saber que este tipo de plástico debe tirarse al cubo de residuos orgánicos sin necesidad de separarlo de los restos orgánicos que puedan contener.  Ejemplos de este tipo de materiales pueden ser las bolsas de la fruta (que debemos recalcar que no se tiran en el cubo amarillo, sino en el marrón) o bolsas para la recogida de residuos, las cápsulas y filtros de café compostables o algunas vajillas de catering. 

 

Es esencial conocer y saber diferenciar este tipo de materiales plásticos. De hecho, es importantísimo que como consumidor sepas en qué contenedor debes tirar cada tipo de material, porque tirar los productos plásticos al cubo de residuos que no les corresponda tira por tierra el esfuerzo que todos hacemos por optimizar la gestión de estos residuos. Recuerda siempre mirar las etiquetas para tener claro en qué contenedor debes tirar cada residuo plástico, todos tenemos la responsabilidad de cuidar el medio ambiente y construir un planeta más sostenible.  

 

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