Construcción

Plásticos en la construcción: aplicaciones para la eficiencia energética

20 de enero de 2022

Los plásticos llevan presentes en la vida del ser humano desde este último siglo y medio. Por su versatilidad, es difícil imaginar una faceta de la vida donde este material no haya cobrado especial relevancia, a veces, incluso sin percatarnos de ello. Uno de estos casos es el uso del plástico en la construcción que, a simple vista, puede que no sea el material principal que viene a nuestras mentes cuando pensamos en una obra pero que, tal y como ya hemos comentado en previos posts del blog, son indispensables. Además, los plásticos en la construcción son el aliado perfecto para la eficiencia energética tanto de los hogares como de cualquier tipo de obra civil, siendo una apuesta segura para la consecución de distintos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

De hecho, en Europa, tanto viviendas como edificios, suponen un gran consumo de energía con el consiguiente aumento de emisiones de gases de efecto invernadero. Por este motivo, el sector de la construcción tiene un papel fundamental en la búsqueda de soluciones para el ahorro de energía y la reducción de emisiones, hasta el punto de que la UE considera este sector clave para cumplir con los objetivos sostenibles 2030. Pero ¿sabes cómo? ¡Te lo contamos!

 

Plásticos eficientes

Existen diversas aplicaciones donde los plásticos se posicionan como el material clave para garantizar la eficiencia energética y la construcción sostenible. Veamos algunos ejemplos:

Aislantes

Emplear aislantes de plástico permite mantener una temperatura confortable en el interior, de forma que se ahorra energía y se reduce el uso de calefacción y refrigeración. De hecho, el uso de paneles ahorra 250 veces más energía de la que se utilizó en su momento para fabricarlo

close up of hands working doing the isolation in house

Ventanas

Las ventanas y cerramientos de PVC ofrecen los más altos niveles de eficiencia energética, ayudando a ahorrar en calefacción y aire acondicionado, por tanto, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero.

 

Tuberías

La instalación de tuberías plásticas es un acierto por su flexibilidad y su ligereza. Esto hace que se adapten a todo tipo de circunstancias arquitectónicas, también permite que el agua viaje a mayor velocidad por la instalación, hecho que facilita su aprovechamiento.

Falsos techos

La instalación de falsos techos (como los de las oficinas) realizados con plástico permite ahorrar energía y controlar la humedad en espacios interiores. Al disminuir el tamaño del espacio, se disminuye la capacidad de expansión del calor y, por tanto, el consumo de energía es menor.

 

Plásticos reciclados

El uso de plásticos reciclados en combinación con otros materiales de la construcción como son el hormigón o la madera permite que los objetos e infraestructuras tengan más durabilidad y menor mantenimiento y, por tanto, suponga un ahorro de recursos.

Recubrimientos

Al ser un material versátil, resistente a la intemperie y que requiere poco mantenimiento, permite una doble aplicación como recubrimiento exterior de fachadas: la funcional y la decorativa. Emplear paneles hechos de plástico para recubrir los exteriores de los edificios reduce el mantenimiento y el deterioro de las fachadas, los materiales que están expuestas a factores meteorológicos.

Masillas y selladores

La aplicación de masillas y selladores son una solución para asegurar que ventanas y puertas no permitan el paso de corrientes de aire.

 

Nueva vivienda y rehabilitación

Tal y como hemos dicho al comienzo de este post, las edificaciones suponen un gran consumo de energía y un gran impacto de emisiones de CO2. No obstante, los retos que se han impuesto al sector no deben centrarse tan solo en las nuevas construcciones o viviendas, sino que la rehabilitación de edificios debe ser vital para garantizar que se cumplen los objetivos planteados. De hecho, se estima que más del 90% de los edificios que existen necesitan ser actualizados y rehabilitados para garantizar que son eficientes energéticamente. En este punto, el plástico se posiciona como un material idóneo para garantizar que las rehabilitaciones se acogen a los marcos de edificación sostenible. Por ser materiales duraderos (duran hasta 50 años), resistentes (están preparados para estar expuestos a diferentes condiciones meteorológicas o a diferentes elementos como el agua y el fuego), ligeros, fuertes (resisten diferentes fuerzas y peso sin romperse) y un largo etcétera, optar por ellos es siempre un acierto.

Además, la segunda partida más importante de los Fondos EU Next Generation que recibirá España están destinados a la rehabilitación de edificios y viviendas. Nuestro país recibirá entre 2021 y 2026 más de 6 800 millones de € para la mejora de la eficiencia energética de edificios y para la incorporación de energías renovables, entre otras. Por este motivo, apostar por los materiales plásticos es una opción ganadora para garantizar que se cumplen los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Gracias a los plásticos en la construcción, no solo podemos empezar a construir de base una nueva forma de edificación que sea más sostenible y respetuosa con el medioambiente, sino que podemos asegurarnos de revertir la situación gracias a su uso en la rehabilitación.