Conocimiento general, Sostenibilidad

Plásticos: ni todos iguales, ni siempre al contenedor amarillo

28 de diciembre de 2022
Todos los días, sin que nos demos cuenta, utilizamos multitud de objetos cuyo principal material es el plástico. De hecho, si miras a tu alrededor ahora mismo, seguro que encuentras varios ejemplos: el ordenador o el móvil en el que estás leyendo esto, un bolígrafo, un coche, o incluso puede que forme parte de la ropa que lleves puesta en este preciso momento. Así es, los plásticos forman parte de nuestro día a día porque gracias a ellos podemos disfrutar de infinidad de productos: desde aquellos que, gracias a ellos tienen un precio asequible para que cualquier persona pueda beneficiarse de su uso; hasta los más tecnológicos o innovadores, donde los plásticos aportan todos los beneficios de su versatilidad. 

Sin embargo, todo lo bueno llega a su fin, y antes o después llegará el momento en el que nos tocará deshacernos de estos objetos según se acaben deteriorando por el uso. ¿Qué debemos hacer en ese caso? Aunque hay quien piensa que todos los plásticos deben acabar en el contenedor amarillo, esto no es así.  

En este artículo te contamos todo lo que debes saber sobre este material en su uso cotidiano y dónde debes depositarlo cuando ya han recorrido por completo su ciclo de vida. 

 

¿Qué tipos de plástico usamos en nuestro día a día?

Para empezar, lo más importante que debes saber es que todos los plásticos son reciclables. La principal diferencia es cómo se recicla, ya que su proceso es diferente según los componentes que nos encontremos. Sin embargo, a ti como usuario, esto no te afecta tanto.  

Vamos más en profundidad: el plástico con el que está hecha la botella de agua de la que bebes no es el mismo al que resguarda tu comida en el tupper que llevas todos los días al trabajo y, por eso mismo, su uso no es similar, pero ¿cómo podemos diferenciarlos? 

Si prestamos atención, los recipientes de plástico que poseemos deberían venir identificados por un triángulo con un número en su interior, que puede variar entre el 1 y el 7. Este código de identificación del plástico fue creado por la SPI (Society of Plastics Industry), para informarnos sobre los componentes de los que están hechos los plásticos más comunes, su uso y ayudarnos a depositarlos en el lugar correcto. ¡Atención! 

Empecemos por los plásticos que nos quitan la sed. Sí, has supuesto bien. Las botellas de refrescos y agua están generalmente elaboradas con PETA día de hoy, es el plástico que más se reciclar, los puedes identificar fácilmente por su código: el 1 y, además, por su alto nivel de flexibilidad. Pero no es PET todo lo que reluce, aunque lo puedes encontrar a simple vista: este tipo de plástico está presente en muebles, automóviles o envases alimentarios.   

 

El HDPE, o número 2 según el código de identificación del plástico, por sus características de resistencia a los químicos, suele usarse para guardar productos de limpieza o de higiene personal, como lejías, detergentes o champús, aunque otro de sus usos más habituales son las bolsas de supermercado.

 

Los plásticos marcados con el número 3 son los PVC, y están presentes en nuestras vidas en algo tan cotidiano como la vida misma: las tarjetas de crédito. ¿Pero únicamente? ¡No! También tienen otras aplicaciones esenciales para la construcción como los marcos de ventanas, las tuberías e incluso las bolsas de sangre que se usan en los hospitales.  

Seguimos en la escala y pasamos al número 4, LDPE. Al tratarse de un tipo de plástico muy flexible, estamos ante uno de los plásticos más comunes: el de las bolsas, el plástico film y… ¡el famoso plástico de burbujas! Aunque también lo tenemos muy presente al hacer la compra: ideal para congelados y alimentación básica por ser esencial en la preservación de los alimentos.

Pero, ¡ojo! Si lo tuyo es el batch cookingel plástico PP, número 5, es tu salvación. Por su resistencia alta a temperaturas son los que se usan para ¡los tuppers! Es esencial que siempre tengas esto presente, ya que son los plásticos de esta categoría los más adecuados para envasar tu comida en el caso de que la vayas a recalentar. Además, algunos de sus símbolos, también pueden indicar si son aptos para microondas, congelador o lavavajillas. ¿Tienes dudas? Te dejamos nuestro post sobre símbolos en los envases.

Y, puede parecer un truco de magia, pero no lo es. El PS, con el número 6, es un plástico que puede ser sólido y transparente como el vidrio, o tan frágil y ligero como la «goma». Son perfectos para la diversión (los encontramos mucho en juguetes), o para bandejas de alimentos, conservación de productos lácteos o embalajes de electrodomésticos. 

Finalmente, también encontramos una séptima categoría de “otros plásticos” para aquellos que incluyen una mezcla de plásticos, es decir, objetos fabricados con materiales que mezclan varios números del sistema SPI.

Ahora que ya sé de qué está hecho mi tupper, ¿dónde lo tiro?

He aquí el quid de la cuestión: dependiendo del producto plástico que queramos desechar, podremos utilizar o bien el contenedor amarillo, el contenedor de restos o incluso el orgánico o el punto limpio.  Lo más importante que debes saber es:

1- Aunque el contenedor amarillo es comúnmente conocido como “el del plástico”, está reservado en realidad para envases ligeros, pero no necesariamente hechos de plástico. De acuerdo con el Ministerio para la transición ecológica y reto demográfico, estos quedan definidos como “aquellos envases que como característica común tienen una baja relación peso/volumen. Está fundamentalmente constituida por botellas y botes de plástico, plástico film, latas y briks, cartón para bebidas u otros envases mixtos.” Como:  

  • Aerosoles  
  • Bandejas de aluminio  
  • Bandejas de corcho blanco  
  • Bolsas de plástico   
  • Botellas de plástico  
  • Cajas de frutas y verduras  
  • Papel de film  
  • Tarrinas y tapas de yogurt  
  • Tubos de pasta de dientes 

2- SIN EMBARGO, debemos separar y tirar al contenedor de restos, otros productos plásticos como:  

  • Biberones 
  • Chupetes 
  • Utensilios de cocina  
  • Cubos de plástico 

3- Por otro lado, si en el supermercado utilizas las bolsas de sección para llevarte la fruta o la verdura, te habrás dado cuenta de que ya no son “como las de antes”, tienen un tacto diferente y son más finas. Si nos fijamos, seguramente venga indicado que se trata de una bolsa de plástico compostable. Por lo tanto, debemos depositar estas bolsas en el contenedor de residuos orgánicos para que sean sometidas al proceso de compostaje con el resto de la basura orgánica. 

4- Por último, otros productos de plástico como cajas de CDs, perchas o algunos juguetes (especialmente aquellos que son electrónicos), deben llevarse al punto limpio. De igual forma, los blísteres de medicamentos deberán depositarse al punto SIGRE de la Farmacia. 

Como podemos observar, los plásticos son muy útiles y necesarios en nuestro día a día. Sin embargo, debemos conocerlos más y cuidar nuestra relación con ellos. ¿Cómo? Reutilizándolos y, sobre todo, reciclándolos correctamente para transformarlos de «residuos» a recursos de plástico útiles y nuevos. 

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