Conocimiento general

La cultura pop y el plástico: una historia interminable

12 de agosto de 2020

Desde el siglo pasado gran parte de nuestro ocio y entretenimiento ha tenido un componente plástico que ha resurgido durante la última década para acompañar a las nuevas generaciones.

Su bajo coste, la fácil maleabilidad y la posibilidad de obtención de formas complejas hicieron que este material marcará un antes y un después en nuestro día a día, ayudando a que el ocio llegara a nuestras vidas de una manera económica y masiva.

Videojuegos, vinilos, fotografía… la cultura pop que prendió a las generaciones de los 80 y 90 vuelve más fuerte que nunca lista para reinventarse.

Melomanía vintage

La historia avanza, el vinilo se queda. En un momento en que el formato digital parece dominar nuestras vidas, se crea un movimiento de resistencia analógico del que disfrutan los nostálgicos y las nuevas generaciones de melómanos que lo han convertido en un objeto casi de culto.

Tal y como su nombre indica, el vinilo está hecho de cloruro de polivinilo (PVC) y se utiliza por tratarse el derivado plástico más versátil. Los primeros discos (1889-1894) estaban hechos de diversos materiales como goma dura o ebonita, pero el siglo XX introdujo este nuevo y revolucionario material, mucho más resistente y económico, que se volvió estándar.

Desde las plantas de prensado, lugar donde se fabrican este tipo de productos, aseguran que el PVC es un plástico muy estable con una inflamabilidad y una carga estática baja, por lo que siempre ha sido el material ideal para los registros.

Si bien se están realizando avances para reducir la huella ambiental de la grabación de los discos, encontrar una alternativa al vinilo que sea más ecológica al tiempo y que iguale su estabilidad y propiedades musicales sigue siendo una tarea difícil.

Vuelve la fotografía analógica 

La nostalgia también llega a la fotografía, tanto, que hasta Instagram ha replicado en forma de filtro la textura de grano típica del celuloide. Aunque los avances tecnológicos son muy amplios en este campo, muchos son los adeptos que se resisten a dejar atrás la magia del revelado de fotos. Revelado que sería imposible sin plásticos como el poliéster.

La película fotográfica es una superficie transparente, en la mayoría de los casos flexible, compuesta en su inicio de celuloide, pero que en la actualidad se hace de acetato de celulosa u otros plásticos como el poliéster. Distintos proyectos nacen con afán de conservar y proteger recuerdos audiovisuales del patrimonio cultural, como el caso del proyecto Nemosine. Muchas películas, fotografías, carteles y diapositivas europeas producidas entre 1895 y 1970, que ahora peligran por la inestabilidad de los soportes que se emplearon en su registro, obtendrán mejores soluciones de almacenamiento mediante el desarrollo de un innovador envase a partir de nanofibras y composites antifúngicos.

Los videojuegos se reinventan

La industria de los videojuegos también ha hecho posible todo su desarrollo gracias, en parte, a los plásticos. Aunque el principal material para la creación de un videojuego es la imaginación, la historia y los personajes necesitan de materias primas para producir los videojuegos. Esto incluye los materiales que se utilizan para fabricar el medio de almacenamiento, los accesorios y el embalaje. Para hacernos una idea de la cantidad de producto que genera esta industria, la facturación del sector fue de 813 millones de euros en 2018, un 14% más que en 2017, y daba empleo a más de 6.900 personas, según el ‘Libro blanco del desarrollo español de videojuegos 2019’ de la asociación Desarrollo Español de Videojuegos (DEV).

Con el fin de hacer frente a este gran consumo del material, algunas compañías del sector están comenzando a utilizar materiales reciclados en sus consolas, cajas para videojuegos y tintas para lograr una industria más sostenible.

Los plásticos siguen formando una parte muy importante de nuestras vidas, los utilizamos en grandes avances científicos y nos traen de vuelta los productos más nostálgicos de nuestra infancia. Si queremos seguir disfrutando de todas sus ventajas es importante que todos demos un paso adelante y reconozcamos nuestras responsabilidades como sector, administración y población.

¡Que siga sonando la música!